ASOCIACIÓN DE CINE VÉRTIGO
Ciclo de abril 2017
“Hong Sang-soo. Variaciones, repeticiones y soju”
abril 2017
18:30 horas
Entrada gratuita
Lunes 10
“La mujer es el futuro del hombre”
de Hong Sang-soo
(Corea del Sur, 2004, 84 min.)
Lunes 17
“Un cuento de cine”
de Hong Sang-soo
(Corea del Sur/Francia, 2005, 86 min.)
Lunes 24
“Noche y día”
de Hong Sang-soo
(Corea del Sur, 2008, 139 min.)
-10 de abril
La mujer es el futuro del hombre
Yeojaneun namjaui miraeda
Corea del Sur, 2005, Color
Duración: 84 minutos
Director: Sang-soo Hong
Guión: Sang-soo Hong
Fotografía: Hyeon-gu Kim
Montaje: Sung-Won Hahm
Música: Yong-jin Jeong
Productora: Mirashin Korea
Intérpretes: Ji-tae Yu, Tae-woo Kim, Hyun-Ah Sung, Ho-jung Kim.
Sinopsis: Dos amigos, Hyen-gon y Mun-ho, se encuentran después de varios años sin verse y pasan unos días juntos. Hyen-gon acaba de volver de Estados Unidos tras fracasar en su intento de triunfar como director de cine, mientras que Mun-ho también ha tenido que abandonar sus aspiraciones artísticas a cambio de un matrimonio seguro y un puesto como profesor en una Universidad de Arte. Durante la cena recuerdan a Seon-hwa, una chica con quien salían en la Universidad, y deciden ir a buscarla.
– 17 de abril *
Un cuento de cine
Keuk Jang Jeon
Francia/Corea del Sur, 2005, Color
Duración: 86 minutos
Director: Sang-soo Hong
Guión: Sang-soo Hong
Fotografía: Hoon-gwang Kim
Montaje: Sung-Won Hahm
Música: Yong-jin Jeong
Productores: Marin Karmitz, MK2
Intérpretes: Ji-weon Eom, Gi-woo Lee, Sang-kyung Kim, Kyung-jin Lee
Sinopsis: Sangwon, un joven apocado e incapaz de tomar decisiones, se encuentra por la calle con una antigua compañera del instituto, la invita a cenar, se emborrachan y pasan la noche juntos. Tong-su sale de ver una película dirigida por un viejo compañero de la Universidad, tras ella, y siguiendo a la protagonista del film, acude a un encuentro para recaudar dinero para el director, que se encuentra enfermo.
* Coloquio, sobre el ciclo, tras la película.
– 24 de abril
Noche y día
Bam gua nat
Corea del Sur, 2008, Color
Duración: 139 minutos
Director: Sang-soo Hong
Guión: Sang-soo Hong
Fotografía: Hoon-kwang Kim
Montaje: Sung-Won Hahm
Música: Yong-jin Jeong
Productora: B.O.M. Film Prods., Cheongeoram, Korean Film Council, KTB Investments
Intérpretes: Yeong-ho Kim, Su-jeong Hwang, Eun-hye Park, Ju-bong Gi.
Sinopsis: Acuciado por la posibilidad de una condena por fumar marihuana el artista Sung-nam Kim huye apresuradamente de Corea del Sur con destino a París. Allí recala en un hostal regentado por coreanos y mata el tiempo vagando por la ciudad mientras acude a cafés, se emborracha y conoce a chicas coreanas que estudian y viven en la ciudad, como una estudiante de arte o una antigua novia; todo ello mientras en las conversaciones telefónica que mantiene con su mujer se queja amargamente de su soledad.
La prolífica obra de Hong Sang-soo (Seúl, 1960) se vuelca en comedias dramáticas de relaciones humanas, amistosas y amorosas que muestra las cuitas de un trío de clase acomodada (si bien el «modelo» puede sufrir alteraciones), que tiende a estar formado por un hombre maduro, profesor o cineasta (un maestro con «autoridad»), un joven estudiante o cineasta en ciernes (un pupilo), y una mujer, siempre más joven, ex novia o amante de uno u otro, o de los dos.
El cosmos hongsansoniano está construido sobre el azar, la amistad y el amor, pero obvia los lazos familiares pues se desenvuelve en una atmósfera de provisionalidad, que sería posible atribuir a la sutil orfandad que padecen sus criaturas. En su filmografía la figura paterna no existe y los pocos protagonistas que son padres de familia más bien parecen eternos Peter Panes. El lugar del padre inexistente lo ocupa, de manera parcial, el maestro, el hombre mayor. Esta ausencia quizás explique el perenne nomadismo, confusión e inmadurez en la que viven los protagonistas sangsoonianos que, desde su debut cinematográfico, contemplamos en situaciones de errancia, vacaciones, ocio, de encuentro en encuentro y siempre a la búsqueda irrefrenable de lances amorosos que colmen un vacío antonomástico o un imposible arquetipo ideal.
Aunque el universo sang-sooniano se presenta en movimiento constante, la realidad que muestra es de un enorme estancamiento moral y vital. Sus personajes se mantienen por completo ajenos a la productividad y a la laboriosidad que se presume en los países asiáticos, perpetuamente suspendidos entre proyectos, zánganos ebrios y diletantes, como esos animales desvalidos y fuera de sitio que, de cuando en cuando, brotan repentinamente en su cine: un pez de color, una rana, un gusano, un pájaro.
Frente a los detractores de Hong, que arguyen que siempre realiza la misma película, lo cierto es que unas son un eco de las otras, como si fueran partes de una única conversación o de un relato retomado y fragmentado, con elipsis y algunos olvidos o modificaciones entre medias. Al revisar su filmografía discernimos una tenue pero indudable evolución. Desde su rígido debut ha ido depurando y aligerando su estilo, desprendiéndose de los cortes innecesarios, alargando la duración de las escenas, prescindiendo de las secuencias de sexo sórdido y de la explícita visibilidad de la muerte o el suicidio, virando ¬¬-por último- hacia un mayor protagonismo de los personajes femeninos y a insuflar una mayor ligereza en el tono general. Hong Sang-soo parece, como Ozu, felizmente empeñado en perseverar en sus composiciones y en sus tramas, procurando presentar lo ordinario de una forma extraordinaria y lo extraordinario de manera ordinaria.
AVANCE DE LA PROGRAMACIÓN
Mayo de 2017
“Cine canario: Antonia San Juan”